Prólogo

"Nos sentimos inmigrantes en lugares
donde nuestros hijos son nativos,
porque la tecnología se desarrolla demasiado
rápido para que podamos asimilarla".

Cyberia (Douglas Rushkoff)

 

No caben dudas de que la irrupción de Internet en las aulas, hacia fines de este milenio, está despertando, por lo menos, grandes expectativas en el sector educativo.

Docentes de las más diversas áreas observan -no sin temor y curiosidad- cómo sus alumnos acceden desde sus casas o cibercafés a una voluminosa, rica y desordenada fuente de información y conocimiento con la soltura y la sencillez que le son propios a todos aquellos que han nacido en esta cultura de la imagen y la interactividad.

Conversaciones ("chateos") en tiempo real con alumnos de países tan alejados como Nueva Zelanda, recolección de datos tan actualizados como los que puede proveer diariamente El País de España, "tours" virtuales a través de los más exóticos lugares o museos, o consulta a las más sofisticadas hemerotecas, son hoy una realidad para los alumnos argentinos. En contrapartida, quizás todavía se deba recorrer un largo camino para que esta herramienta de insospechados alcances en la educación, sea un recurso accesible (¿gratuito?), de tal forma que todos los alumnos -y no sólo algunos- tengan las mismas oportunidades que su empleo brinda.

Y por otra parte, y no menos importante, los docentes deberán capacitarse de modo tal que puedan desarrollar contenidos específicos para nuestra currícula.

En este sentido, mi amigo Jorge ha realizado un trabajo de envergadura. Y no podía ser de otra manera. Conozco a Jorge desde comienzos de la década del '80, y he sido testigo de su accionar en el campo de la informática educativa, donde puedo aseverar que ha hecho de todo: producción de soft educativo, dirección de revistas y programas de TV por cable, capacitación docente, organización de congresos, confección de planes de estudios, asesoramiento a un gran número de colegios a través de su consultora Horizonte,...

Hoy, este exitoso colega con quien he compartido mesas en Congresos y eventos en nuestro país y en el exterior, pone a la consideración de la comunidad educativa un libro sobre Internet (producto de las multitudinarias conferencias que dio sobre el tema) dedicado fundamentalmente a los docentes. Lo ha llevado a cabo con una característica que le es propia: con amplitud de criterio, sin dogmatismos, tratando de reunir sin dejar nada valioso afuera. El nivel académico y la seriedad intelectual han sido los parámetros que lo han guiado en la redacción de este material, por encima de cualquier interés personal.

Con un espíritu catalogador y el arte de un coleccionista, Jorge ha sabido compendiar (y seleccionar) en este "Internet y Educación:..." los más variados temas que un docente necesita conocer para dar un efectivo salto al "ciberespacio".

Este nuevo aporte de Jorge no hace sino reforzar su ya impecable trayectoria y demostrarnos que, al igual que en las marcas deportivas de alta competencia, siempre se pueden lograr unas décimas de segundo más para superar las metas que hasta ese momento parecían el máximo logrado por el hombre.

Evidentemente el ansia de superación y la pasión puesta a su servicio todo lo pueden.

 

 

Prof. Rosa Kaufman

Directora de "Laboratorio de Computación"