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¿Qué modalidad de formación empleamos en nuestros planes de formación?

por Javier LOZANO

Presidente de NANFOR Ibérica

Introducción

En los Departamentos de Recursos Humanos en el momento de diseñar el plan de formación y una vez han obtenido los datos de necesidades formativas de las diferentes áreas de la empresa, comprueban qué presupuesto hay disponible, cuáles son las subvenciones a utilizar y qué cursos se pueden impartir, en este preciso momento llega la gran pregunta que provoca más de un dolor de cabeza en las organizaciones: ¿Cuál es la modalidad más adecuada para los cursos que tenemos que realizar este año?

La formación presencial, a distancia, el blended learning, y el e-learning

Con el advenimiento de nuevas tecnologías, además de los problemas tradicionales que se generaban para determinar el modelo de formación, qué instructores iban a impartirla, si se realizaba la formación en las instalaciones propias o en las del proveedor, o si se trataba de formación interna, además de comprobar si habría algún medio de formación a distancia para los empleados que estaban alejados de la central, en el sector de formación continua tienen que plantearse nuevas cuestiones derivadas de la modalidad formativa.

Estas modalidades formativas tienen sistemas diferentes de gestión,  recursos, costes y objetivos diferentes.

La formación presencial se erige como la principal modalidad de aprendizaje superando a cualquier otro sistema y manteniéndose como la principal alternativa a otras vías. Son muchas las empresas que no se han planteado el uso de sistemas de teleformación y otras que lo han utilizado tímidamente o con resultados negativos por lo que mantienen  su orientación en el uso de la formación tradicional. En este grupo se encuentran las pequeñas y medianas empresas, empresas grandes de sectores tradicionales y otras empresas que por decisión propia no desean utilizar otras modalidades más novedosas.

La otra vía tradicional de formación denominada a distancia basada en que el formador o proveedor de formación envía el material objeto del curso, el participante estudia este material realizando las prácticas y tests oportunos, así como las consultas vía teléfono o e-mail. Esta modalidad se ha utilizado profusamente en el pasado en formación a particulares para impartir diversidad de cursos, y también ha sido empleada por las empresas para conseguir formar a determinados colectivos que, principalmente, por motivos geográficos no podían acceder a la formación presencial de sus otros compañeros.

En las distintas reuniones que mantenemos con los responsables de formación, la modalidad tradicional a distancia está siendo sustituida rápidamente por sistemas de teleformación debido a sus incuestionables mejoras en términos de tasas de aprendizaje.

Una vez planteadas las dos modalidades tradicionales,  se analizan las de teleformación (e-learning al 100%) o en modalidad blended learning o formación mixta.

Variables que afectan a las modalidades blended y e-learning

Los que llevamos varios años en el sector de teleformación aprendemos nuevas acepciones que, en varios casos, quieren decir lo mismo. Por lo que solemos utilizar aquellos vocablos con los que nuestro interlocutor se encuentre más cómodo.

Cuando hablamos de teleformación, formación online, e-learning, tele-aprendizaje o cursos por Internet entendemos en su totalidad de los casos que, durante el proceso de aprendizaje, no se produce ninguna interacción presencial con los formadores de forma que el participante en cualquier lugar y momento puede ejecutar los cursos. Esta ventaja se puede volver en contra del proceso formativo, si los cursos no están bien diseñados, la plataforma de aprendizaje no es adecuada, falta motivación en los participantes o carecen de recursos necesarios para la correcta realización de los mismos.

La formación mixta, blended learning, o combinación de modalidades de formación, implica varias ventajas, aunque no siempre son completas.

Por ejemplo: Si analizamos la política de formación de Microsoft para su currículo oficial, determina que debido al nivel de complejidad de las materias que se imparten sus sistemas de formación a profesionales en el área oficial se realizará por metodologías mixtas de impartición. Claramente, la calidad de formación de los instructores certificados MCTs en los cursos aporta un valor añadido que difícilmente son capaces de aportar los sistemas de teleformación pero, ¿Qué sucede con los participantes que no se pueden desplazar al centro de formación? Nuestra experiencia nos dice que si un alumno puede desplazarse al centro de formación, no valora en la mayoría de los casos la formación por Internet ni el posible valor añadido que se le puede incluir, más al contrario, considera únicamente a la formación presencial como elemento para calcular el ratio hora de coste.

Formatos de formación blended con éxito

Los responsables de formación deben de pensar en qué cursos se deben producir la formación mixta y en cuales no. Es claro que cualquier curso de larga duración requiere una gran disciplina por parte del participante si sólo se hace en modalidad e-learning, si se combinan las distintas opciones se obtienen muy buenos resultados.

Hay algunos ejemplos de cursos donde la formación blended tiene gran aceptación, por ejemplo cursos de larga duración, cursos con componentes técnicos, o donde sea precisa la utilización de sentidos o interacciones humanas. Por ejemplo: un curso de catas de vinos por Internet únicamente, perdería el sentido si no se complementara con una reunión en la que se pudieran degustar e intercambiar experiencias de caldos con los expertos enólogos.

La modalidad blended tiene éxito en varios formatos, uno de los más utilizados es el uso de e-learning antes del comienzo del curso para determinar el nivel de conocimientos de la persona y poder asignar grupos homogéneos, informar al participante del curso y ofrecerle contenido que pueda revisar antes de la primera sesión, avanzando en el conocimiento de información teórica, en el caso anterior, informar, por ejemplo de los tipos de vino, denominaciones de origen, añadas, conceptos específicos que son necesarios conocer para aumentar el nivel de practicidad de la parte presencial. Posteriormente, se producen las clases presenciales donde se intenta interactuar al máximo con los participantes, en cursos técnicos se trataría de utilizar los sistemas al máximo y explicar lo menos posible a nivel teórico realizando las prácticas más interesantes para los participantes y para los objetivos de aprendizaje de los cursos. Durante la realización del curso el participante disfruta de sistemas tecnológicos de consulta, foros, interacción en grupos de trabajo, chats, prácticas virtuales y otras vias de aprendizaje.

El e-learning al 100% como alternativa

Aplicar la modalidad blended a todas las acciones formativas de teleformación puede convertirse en un error ya que, en ocasiones hay grupos que no quieren o pueden utilizar la tecnología o hay otros que no quieren o pueden desplazarse a un lugar para recibir un curso.

Algunos casos donde el método e-learning funciona sin acciones presenciales son: cursos de ofimática, tecnologías de información, idiomas, cultura empresarial, marketing, ventas, y otros muchos. Hay empresas que, dedicadas a la formación presencial desde más de 20 años, comprueban como en un solo año forman a más participantes por e-learning que en toda su historia en formato presencial.

Hablar de e-learning no significa formación en la red desasistida, los expertos, tutores y animadores son los que van a conseguir que esta modalidad se asiente como una alternativa real de formación.

La formación avanzada y el e-learning

Hace algunos años, se pensaba,  que había cursos imposibles de realizar por e-learning.  Fueron famosos los fracasos de muchas universidades norteamericanas que quisieron comercializar masters online sin posibilidad de mantenerlos por la carencia de alumnos. Esta tendencia está cambiando, en España empresas de masters post-grado con gran prestigio internacional están realizando grandes avances en estas material utilizando herramientas de formación asíncrona y síncrona para impartir formación e-learning con interacción de expertos y participantes al mismo tiempo. Por ejemplo: el Instituto de Empresa además de haber sido premiado en varias ocasiones por sus soluciones e-learning, está aumentando de forma significativa sus altas y finalizaciones en masters online con grandes resultados. En próximos artículos analizaremos estos avances y las diferentes experiencias en el sector.

Conclusiones

Los responsables de formación de las empresas, antes de cerrar el plan de formación, pueden definir una serie de variables y asignarles un peso especifico a cada una de ellas en una tabla matricial en la que se determinen las prioridades de formación, las acciones formativas a llevar a cabo, el colectivo a alcanzar, el presupuesto disponible, y las posibilidades de impartición con los métodos tradicionales contrastados.

Las modalidades de cosourcing (desarrollo conjunto del plan formación con proveedores externos) o outsourcing (externalización de la definición y desarrollo de plan de formación al 100%) se convierten en alternativas crecientes para la optimización de los recursos en los departamentos de formación de las empresas.

En el futuro pensamos que la formación presencial al 100% tenderá a desaparecer y se convertirá en formación mixta o blended, mientras que la teleformación se mantendrá como una alternativa clara.


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